Las energías renovables ya cubren todas las necesidades de Portugal.

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Portugal logró un verdadero hito histórico en marzo, pues todas las necesidades energéticas de ese mes se cubrieron con fuentes renovables: hidráulicas, eólicas, solares, geotérmicas y biomasa. De hecho, la producción de energía con este origen superó por primera vez a la demanda y alcanzó el 103,6%, de acuerdo con los datos tanto de la entidad internacional Sustainable Earth System Association como de la Asociación Portuguesa de Energía Renovable (APREN).

Por especialidades, el 55% correspondió en ese periodo a las presas hidroeléctricas (con el gigantesco pantano de Alqueva como emblema), mientras los parques eólicos se sitúan en segundo lugar con el 42%.

El informe determina: «El logro del mes pasado es un ejemplo de lo que ocurrirá con más frecuencia en un futuro próximo. Se espera que, para 2040, la producción de electricidad renovable podrá garantizar, de forma efectiva en cuanto a costes, el consumo total anual de electricidad del Portugal continental». Es decir, quedan excluidos los archipiélagos de Azores y Madeira.

«Estos datos, además de indicar un punto de inflexión histórico en el sector portugués de la electricidad, demuestran que se puede confiar en la energía renovable como fuente segura y viable con la que cumplir las demandas de electricidad del país», agrega el documento oficial. De esta forma, Portugal adelanta claramente a España. Incluso se da la circunstancia de que el primer parque eólico «offshore» de la península ibérica se ubica en suelo luso (muy cerca de Viana do Castelo y de la frontera con Galicia) pero funciona gracias a la tecnología española. Por tanto, el interrogante salta a la vista: ¿por qué a este lado de la frontera no se realizan más avances en este sentido?

Precedente
Se trata del segundo hito histórico que consigue el país vecino en este sector, pues ya el año pasado estuvo funcionando durante cuatro días (del 7 al 11 de mayo) solo con las renovables como fuente. Como ahora, resultó posible gracias, en parte, a que las lluvias y el viento registrados en esa franja temporal (de norte a sur, pero especialmente de Coimbra y Aveiro hacia arriba) así lo facilitaron.

La apuesta por este tipo de energía ha vivido un auténtico impulso en Portugal a lo largo de los últimos años, más allá del signo ideológico de los gobiernos, pues se han alternado conservadores y socialistas, hoy en el poder bajo el mandato del primer ministro António Costa. Tanto es así que la eólica ha crecido un 31% y la solar, un 20%.

El objetivo no es otro que mostrar la viabilidad de esta prioridad energética, sin depender de los cauces tradicionales, que amplifican el calentamiento global y la contaminación atmosférica. Los beneficios resultan evidentes ya que se puede frenar de esta forma el cambio climático, especialmente a causa de la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Portugal se jactaba en 2017 de que era capaz de generar la mitad de su electricidad a través de las renovables, pero el reto se pulverizó el pasado marzo. Un síntoma de que la evolución en este aspecto no se detiene.

Lo confirma el presidente de APREN, António Sá Costa, quien ha subrayado varias veces que se trata de «un presagio de lo que va a convertirse en realidad en un futuro próximo, y es que Portugal podrá abastecerse de renovables los 365 días del año, en una muestra evidente de que no es ninguna utopía potenciar la producción de raíces más limpias». Los avances se han ido sucediendo de manera prolongada y significativa, en vista de que las autoridades no cesan de afanarse en trabajar para conseguir «contribuciones significativas de fuentes de energía no emisoras de gases contaminantes», según expertos del Ministerio de Energía. La costa atlántica, con sus amplias posibilidades eólicas y solares, recorre la totalidad del territorio luso y el país lo aprovecha cada vez más. Hasta el punto de que el éxito de sus programas de producción lo ha llevado a convertirse en una especie de despensa energética de España, que recurre a Portugal cuando las necesidades lo requieren. Así aconteció el pasado 7 de marzo, cuando las bajas temperaturas dispararon la demanda y la exportación de energía lusa creció más de un 100%. (Fuente ABC Economía)

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