Comesaña, de 23 años, no tenía partidos en majors ni triunfos en el circuito.
Francisco Comesaña (23 años) sacudió el emblemático All England, la casa de Wimbledon. En su primer desafío en un cuadro principal de Grand Slam y sin triunfos en el circuito grande (tres derrotas, todas esta temporada), el tenista marplatense logró una victoria de alto impacto. En un poblado court número 2, el argentino venció al ruso Andrey Rublev (sexto preclasificado) por 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 (7-5), en 2h59m. Es, sin dudas, una presentación consagratoria de Comesaña en el tour.
El jugador diestro, de 1,78m y revés de dos manos, rompió con todos los pronósticos, derrumbando a uno de los mejores del tour, teniendo escasa experiencia en las grandes ligas. De hecho, contra Rublev fue su primer desafío frente a un top 10 y, antes de medirse con el moscovita en Wimbledon, sólo había jugado un partido sobre césped, la superficie históricamente más inestable para los argentinos: en la clasificación del ATP 250 de Eastbourne, hace diez días. Rublev, que la temporada pasada había alcanzado los cuartos de final del grande británico y que este año ganó el ATP de Hong Kong y el Masters 1000 de Madrid, nunca había perdido en un Grand Slam contra un rival con clasificación tan baja como la de Comesaña (122°, se aseguró un salto al 108°).
Para tener dimensión del valor que tiene el éxito de Comesaña vale apuntar que, hasta medirse con Rublev, el jugador mejor clasificado al que se había enfrentado -en cualquier nivel- había sido Francisco Cerúndolo (22°) en la primera ronda del ATP 500 de Río de Janeiro, en febrero pasado. Además, su mejor triunfo había sido ante un numero 93°, el colombiano Daniel Elahi Galán, en los cuartos de final del Challenger de Lima 2, en 2023. En abril pasado, asimismo, al coronarse en el Challenger de Oeiras, Portugal (su quinto trofeo individual en la categoría), Comesaña ingresó en el top 100 por primera vez (su posición más destacada fue 87°, el 20 de mayo).
Comesaña, que se entrena en la Ciudad de Buenos Aires en el club GEBA en la academia de Sebastián Gutiérrez (también coach de Sebastián Báez), derramó una actuación muy sólida durante un partido que tuvo un puñado de interrupciones por las malas condiciones climáticas. El argentino, lejos de amedrentarse e irritarse (algo que sí hizo Rublev, desquitándose con la raqueta), finalizó con registros muy destacados. De hecho, el jugador formado en el Edison Lawn Tenis marplatense (de la familia Zeballos), anotó ¡21 aces! Además, logró el 70% de los primeros servicios, obtuvo el 74% de puntos con el primer saque (70 de 95) y el 54% con el segundo. Le quebró cuatro veces el servicio a Rublev, anotó 46 tiros ganadores (39 del europeo) y, en un desafío de alta complejidad, cometió 38 errores no forzados, uno menos que el jugador entrenado por el español Fernando Vicente.
En agosto del año pasado, en medio de su desarrollo en el circuito Challenger (una suerte de segunda división del profesionalismo), Comesaña había sido noticia al ganar un título jugando en dos superficies distintas en el mismo torneo. Fue en Liberec, República Checa. El Challenger, de categoría 75, estaba previsto para realizarse al aire libre y sobre polvo de ladrillo, sin embargo, las malas condiciones climáticas en la ciudad ubicada en el norte del país, cercana a la frontera con Alemania y Polonia, no permitieron que el sábado se jugaran las semifinales como estaban programadas. Comesaña jugó los cuartos de final el viernes y ya no pudo volver a competir hasta el domingo…
La lluvia en Liberec no se detuvo y los organizadores debieron buscar una solución para no cancelar el certamen. Continuaron el torneo en un club con courts bajo techo y sobre superficie dura, es decir… en condiciones opuestas a las originales. Más allá del volantazo en medio del camino, Comesaña se adaptó al cambio de superficie y al desafío de tener que jugar (y ganar) dos partidos en el mismo día. Casi un año después, en un contexto superior, con mucha mayor exposición, volvió a destacarse.
HENRY NICHOLLS – AFP
“Estoy muy feliz, es la primera vez que juego en Wimbledon, es un sueño jugar en este lugar. Estoy tan feliz que no sé qué decir”, comentó Comesaña, todavía sobre el césped del court 2, con una sonrisa tan radiante como los aros que le cuelgan de las orejas (incluso, durante el juego, algo inusual a nivel top). Ya se aseguró un premio económico de 93.000 libras (unos US$ 118.000; en su carrera, en total, sumaba US$ 338.337). El rival de la segunda ronda de Comesaña será el australiano Adam Walton (101°), que batió a Federico Coria por 6-3, 6-3 y 7-5. No quiere que nadie lo despierte del sueño.
(Imagen principal: El marplatense Francisco Comesaña, de 23 años y sin antecedentes en Grand Slams, siendo ovacionado tras hacer historia en Wimbledon: venció al sexto preclasificado, el ruso Andrey RublevHENRY NICHOLLS – AFP // Por Sebastián Torok para La Nación)
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