En enero una familia de la localidad de Chovet descubrió que faltaba en el cementerio el cajón de Mateo Marinovich. Ahora buscan información para encontrarlo.
En la localidad de Chovet, a más de 100 km de Rosario, se entrecruzan muchas versiones aunque ninguna logra establecer con certeza que ocurrió con el féretro donde yacían los restos de Mateo Marinovich, un productor y empresario que murió en 2017. Su familia encontró el nicho del cementerio vacío en enero y desde ese momento impulsó una investigación en la Justicia que continúa en curso. Ante la falta de explicaciones, ofrecen hoy una millonaria recompensa.
“A nosotros lo único que nos importa es que aparezca mi padre, que pueda volver a donde estaba y descansar en paz”, asegura uno de sus hijos Silvio, vecino de la localidad santafesina. Junto a su madre, ofrece 5 millones de pesos a quien aporte datos fehacientes que conduzcan a encontrar el féretro de su padre, Mateo, quien falleció por causa de un linfoma de Hodgking.
La cronología se remonta a enero de 2018, cuando la familia del difunto descubrió que alguien se había llevado las placas recordatorias de su padre. En ese momento pudieron constatar que, a pesar del hurto, el cuerpo de Mateo se encontraba en el nicho. Seis años más tarde descubrirían el robo del cajón.
El productor y empresario de Chovet dejó una herencia importante a su familia.
“Desde el robo de las placas hasta que denunciamos la falta del cuerpo pasó mucho tiempo. Realmente no tenemos una fecha cierta, porque en este pueblo no andan las cámaras, no se esclarece nada. En cualquier momento podría haber ocurrido el hecho y lo podrían haber llevado. Te vuelvo a repetir, el cementerio no tenía cámaras, no tiene vigilancia”, advierte Silvio, en diálogo con Infobae.
Una gran incógnita es el modus operandi para robar el féretro: el día que sepultaron a Mateo Marinovich se precisó la fuerza de seis personas, según recuerda Silvio. Estima que, por la altura y corpulencia del cuerpo de su padre, entre seis y diez personas tienen que haber colaborado en el delito.
El caso se encuentra a cargo de la doctora Susana Pepino, de la fiscalía de Melincué. La funcionaria, que por el momento no quiso realizar declaraciones públicas, remarcó que la recompensa planteada por la familia es un ofrecimiento personal, por lo que la fiscalía no interviene en el asunto.
El estado en el que encontraron el nicho de Marinovich.
Versiones en la familia
“Es un hecho muy triste, yo confío mucho en la Justicia. Para mí es muy difícil todo”, expresó Sergio, otro de los hijos de Marinovich, quien es productor y contratista rural. Su abogado, José María Conzoli, indicó que no cuentan con una hipótesis y no pueden “culpar a nadie”.
“Esto es aberrante. Sergio se siente dolido por esta situación. Amaba a su padre, se enteró de la situación por los medios”, añadió.
Silvio, por su parte, incluyó en su relato un conflicto familiar. “Mi hermano está peleado con toda la familia. A partir del 2017, que fallece mi padre, empezaron a complicarse más las cosas. Pasaron cosas que nos llevaron a pensar que podríamos abrir la tumba de mi padre y que podría llegar a no estar ahí, descansando en paz”, indicó.
En aquella época, tras hablar con su madre, decidieron acercarse juntos al cementerio para corroborar que todo esté en orden, con aviso a la Comuna y a la policía local. Ahí descubrieron que el féretro no estaba. “Yo llego y, en un ataque de nervios, le pego al mármol. Se cayó y pudimos comprobar que el féretro de mi padre no estaba. Esto fue en enero de este año”, comenta.
Los Marinovich son una familia histórica de la localidad. “La chacra de mi abuelo data de 1937, así que, con mi hijo, somos cuarta generación del campo”, indica Silvio, quien tiene un supermercado y realiza servicios agropecuarios, ya que los campos se encuentran en poder de la Justicia.
“Con los campos, desde que fallece mi padre, la sucesión nombra a un administrador”, contó su abogado, al tiempo que advierte que desde 2018 hasta ahora Silvio no percibió “un peso” de la “herencia millonaria” de su padre.
El hijo se mantiene optimista en estas circunstancias. Cree que la justicia es “lenta pero segura”. “Quiero que aparezca mi padre para que pueda descansar en paz”, concluyó.
(Imagen principal: El nicho donde se encontraban los restos de Mateo Marinovich)
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