Fernando Martínez, dueño del cinturón supermosca de la FIB, fue por más y le arrebató el título en la AMB al japonés Kazuto Ioka. Además, en la previa y en el post de la pelea, el “Puma” mostró su amor por Boca.
En uno de los combates más esperados del año la alegría se quedó en Argentina luego de que Fernando Martínez se coronara campeón mundial en la categoría supermosca en Japón tras vencer al local Kazuto Ioka por decisión unánime en las tarjetas (116-112; 117-111; 120-108).
En una jornada histórica para el boxeo argentino, el Puma logró unificar los títulos en su categoría ya que el nacido en Avellaneda se presentaba al combate en suelo japonés como el campeón de la Federación Internacional de Boxeo (IBF).
Respecto a lo que fue la pelea en el Arena Kokugikan de Tokio, la victoria del Puma se estiró hasta el round número 12 luego de un ida y vuelta sumamente parejo, sobre todo en los primeros asaltos. Luego el argentino aprovechó las circunstancias y logró imponerse sobre el japonés que nunca encontró la forma de defender los ataques del Puma y contraatacar.
Además de su fanatismo por el boxeo, la otra gran pasión de Martínez es Boca, el club de sus amores. De hecho, el argentino ingresó al ring como si estuviese ingresando en la Bombonera, donde aseguró que en algún momento le gustaría pelear.
“Es un sueño que se puede cumplir. Lo vamos a charlar con la promotora y sé que se va a poder hacer. Le vamos a dar dar esa alegría a toda la gente de Boca. Me encantaría poder pelear en La Bombonera, sería un sueño para toda mi familia. Le digo a la gente que vamos a seguir estando más a full que nunca porque se vienen grandes cosas y queremos otros títulos también”, aseguró.
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