Con goles de Julián y Leo, la Selección se metió en la cuarta final de un ciclo de leyenda: el domingo, por el título con Uruguay o Colombia.
«Muchachos, ahora nos volvimo’ a ilusionar», la gente canta, los jugadores devuelven. El MetlLife es una fiesta y nadie se quiere ir. Con un estadio con un 90 por ciento de camisetas argentinas -no todos compatriotas, pero sí fanáticos del 10-, la gente delira en el calor de Nueva Jersey como en el frío de Buenos Aires. El cancionero explota y los corazones también. Este grupo siempre va por más, tiene intacto el hambre de gloria por más que tiene tres títulos top en el lomo y ahí va… Quiere una corona más y que nadie le saque, justamente, el título de que es el rey Mundial y de América.
La Selección está en una nueva final. Para algunos puede parecer lógico, para otros un nuevo hito. Lo que seguro no hay que hacer es normalizar lo extraordinario: torneo que se juega, torneo que se llega a la final de 2021 a la fecha. La Scaloneta jugará la cuarta final en el ciclo (solo no pudo llegar a esa instancia en la Copa América 2019) y el sueño del bi está ahí, a un triunfo más, el domingo 14, en Miami, ante Colombia o Uruguay.
El equipo de autor de Scaloni recuperó la memoria y sacó adelante una semifinal complicada, con un rival audaz, que salió a jugar y no a defenderse. Sin dudas que a Argentina enfrentar a un adversario que propone le conviene y por eso le sacó jugo a una semifinal que no solo tenía como rival a Canadá, sino a un muy mal campo de juego, algo que le afecta más a la Selección que sus adversarios. Pero más allá de las conveniencias había que doblegar al team de la Concafaf y se logró con autoridad.
La Selección necesitaba mejorar su imagen después del pobre partido con Ecuador. Y lo hizo en el primer tiempo, con un par de retoques de nombres y también tácticos. El técnico apostó por un cuatro más de marca (Montiel, para tapar a Davies y Shaffelburg), enrocó de posiciones a Enzo y Alexis, y Fernández de cinco recuperó su nivel y Mac Allister cada día juega mejor, pongan donde lo pongan. Y arriba volvió Messi de falso nueve, con Di María a la derecha y con Julián casi de extremo izquierdo.
Segundo gol de Julián en esta Copa América. (REUTERS)
Luego de un comienzo pensativo, la Scaloneta agarró la manija. Con un Messi muy activo, con Di María dejando todo, al margen de su talento habitual, la Selección volvió a tener juego asociado, circulación de pelota y esos pases tan característicos de los volantes que son los que hacen la diferencia. Y en una recuperación en mitad de cancha, abrió las puertas de la final: De Paul con un gran pase y la Araña, que controló como crack, y definió para su segundo gol en el torneo.
Argentina se sintió cómoda con el 1-0, Messi encontró más espacios y aparecieron jugadas de gol, aunque en esa primera parte siempre faltó un cachito de precisión para anotar el segundo: lo tuvo Di María, Messi en un par de oportunidades y Tagliafico. Mientras que Canadá solo aproximó con una jugada de lateral, para marcar otra vez que Dibu aparece cuando se lo llama para ahogarle el grito a Davies.
Los muchachos se ríen luego que Messi le sacara el gol del 2-0 a Enzo Fernández.. Imagen: AFP
El segundo tiempo arrancó como una continuidad del primero, pero con la eficacia que había faltado en el PT. Con un gran De Paul, que corrió pero jugó como en sus épocas de enganche de Racing, la Selección encontró rápido el segundo para jugar con mayor tranquilidad, para ahuyentar los fantasmas, para empezar a pensar en la final mientras se estaba jugando. Y con un detalle, que no es un detalle: con un gol, de rebotero, pero gol al fin del capitán. Messi marcó su primer gol en la Copa y jugó un buen partido, con la carga del aductor soltándose y él sintiéndose cada vez mejor.
Después del 2-0, el equipo sacó a pasear su jerarquía, para manejar los tiempos, para dejar en claro que cuando los tres volantes tienen un nivel parecido al Mundial, la Selección juega a otra cosa. En Nueva Jersey la Scaloneta jugó el mejor partido en la competencia, justo cuando venía de jugar uno de los peores en el ciclo de 2021 a la fecha: como si el cimbronazo que le dio Ecuador llegó justo a tiempo.
El festejo tras el gol de Messi. (AFP)
La gente cantan, los jugadores también. Todos tenían la ilusión de estar el 14 en Miami y ahí está la Selección, soñando con seguir bordando estrellas, con el anhelo de convertirse en el país con más Copas América de la historia (hasta el momento está empatado 15-15 con Uruguay). La gloria que tiene adelante este grupo.
(Por Hernán Claus para Olé // Imagen principal: Messi festeja su gol abrazando a Enzo Fernández)
ADNbaires