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La misteriosa Kim Novak

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La misteriosa Kim Novak

Es una de las últimas sobrevivientes de la era dorada de la meca del cine.

“Marilyn hay una sola. De ahora en más tu nombre será Kit Marlowe”, sentenció en 1953 Harry Cohn, el presidente de los estudios Columbia cuando estaba a punto de firmar un contrato con su próxima estrella. Nacida como Marilyn Novak en 1933, la chica de 20 años entendió rápido que mantener su nombre real era imposible en Hollywood, pero también supo que el seudónimo que le quería imponer su tiránico jefe, -del que se decía que tenía una foto de Benito Mussolini sobre el escritorio-, no era para ella. Tanto se resistió al cambio que finalmente logró firmar su primer contrato en la industria del cine como Kim Novak.

Fue un acto de rebeldía le costaría caro. Durante años, Cohn la hostigó: la llamaba “esa polaca gorda”, aún cuando sabía que su familia tenía raíces checas. Además, como sucedía con muchas de las aspirantes a actrices de la época, la puso a dieta, ordenó que le colocaran fundas en los dientes y le tiñeron el pelo tantas veces como fuera necesario para alcanzar el tono deseado. Pero todos esos maltratos no espantaban a la chica antes conocida como Marilyn.

Kim Novak en Vértigo, de Alfred Hitchcock

Kim Novak en Vértigo, de Alfred Hitchcock

Los rigores de esos primeros años en el sistema de estudios de cine no eran nada comparados con lo que Novak había sufrido en su infancia y adolescencia en Chicago. La futura rubia de Vértigo de Alfred Hitchcock y la actriz que pocos años después de llegar a Los Ángeles protagonizaría films tan taquilleros que superarían a las ganancias combinadas de John Wayne, Doris Day y su tocaya Marilyn Monroe, provenía de una familia de estrictos inmigrantes checos que se habían instalado en una zona peligrosa de la ciudad. Muchas familias del lugar eran sobrevivientes del Holocausto que no tenían interés en hacerse amigos de la tímida nena católica cuyo abuelo se llamaba Adolfo. El bullying y el acoso en la escuela primaria que padeció en sus primeros años derivó en un traumático ataque sexual en la adolescencia que años después, Novak mencionaba como el disparador de su depresión y la bipolaridad que le diagnosticaron décadas después.

Su primer papel protagonico fue junto a Fred McMurray en el film La casa 322

Su primer papel protagonico fue junto a Fred McMurray en el film La casa 322

Lo cierto es que para “corregir” la timidez de su hija, la mamá de Kim la anotó en un club de jóvenes, cuyo director le sugirió que se dedicara a modelar y se anotara en concursos de belleza. Eventualmente, ganó el certamen Miss Snow Queen y consiguió empleo como promotora de una línea de heladeras, un trabajo que la llevó a recorrer todo Estados Unidos junto a otras dos modelos. Una de ellas le propuso que cuando terminaran la gira aprovecharan la cercanía a Los Ángeles para tomarse unas merecidas vacaciones allí. Según recordó Novak, ahora de 91 años, en una entrevista con el diario The Guardian, su único objetivo durante la visita era tomar sol alrededor de la pileta del hotel Beverly Hills antes de volver a la helada Chicago. Sin embargo, un mes más tarde ya estaba instalada en California, contratada por una agencia de modelos local que conseguirle trabajo como extra de cine.

En una de esas jornadas de filmación, mientras esperaba su turno para aparecer como figurante en el film Línea francesa, protagonizado por la curvilínea Jane Russell, conoció a su primer representante actoral, quien le propuso que hiciera una prueba de cámara. Ella no estaba muy convencida, ya que nunca había soñado con la gran pantalla y creía que su tiempo en Hollywood terminaría apenas conociera a un hombre con el que quisiera casarse.

Frank Sinatra y Kim Novak en El hombre del brazo de oro

Frank Sinatra y Kim Novak en El hombre del brazo de oro

A la espera de su príncipe azul, Novak aceptó hacer la prueba sin saber que la idea del representante era candidatearla en los estudios Columbia como reemplazo de Rita Hayworth, que en plena disputa con Cohn se negaba por seguir trabajando con él. Así, para la audición que cambiaría su vida -y su nombre- la vistieron con el sugerente vestido que Hayworth había usado en Gilda, su película más icónica. El vestuario dio resultado y Marilyn Novak se transformó en Kim Novak, aspirante a estrella.

Con veinte años y un contrato cinematográfico de seis meses luego de transformarla físicamente, la intérprete recibió clases intensivas de actuación para prepararse para su primer protagónico. Fue en el film La casa 322, junto al consagrado Fred MacMurray, 25 años mayor. Su siguiente trabajo fue en el drama El hombre del brazo de oro (1955), que encabezaba Frank Sinatra con quien tuvo un romance pese a la vigilancia estricta a la que la sometía Cohn. Aquel affaire ocurrió al mismo tiempo que el cantante mantuvo con Lauren Bacall, cuyo marido Humphrey Bogart, gran amigo de Sinatra, estaba gravemente enfermo.

Alfred Hitchcock y Kim Novak en el detrás de escena del rodaje de Vértigo

Alfred Hitchcock y Kim Novak en el detrás de escena del rodaje de VértigoPARAMOUNT

“Frank era un tipo muy sexy. Tuvimos una relación, sí, aunque a veces, él podía ser… difícil”, admitió Novak hace años. Más allá de su vida privada, la carrera de la actriz iba viento en popa: en 1955 protagonizó junto a William Holden el exitoso film Picnic y a ese le siguió Sus dos cariños, en el que volvió a compartir pantalla con Sinatra y, curiosamente, se repartió el protagonismo con Hayworth, la actriz a la que supuestamente debía reemplazar en el Olimpo de Hollywood. En realidad, para ese momento Novak no estaba al tanto de las intrigas de los estudios, algo que cambió rápidamente cuando conoció a su nueva pareja.

Cuenta la leyenda que en una fiesta organizada en la casa de Tony Curtis y Janet Leigh, la actriz se cruzó con Sammy Davis Jr., reconocido artista de Broadway que ya se había recuperado del accidente de coche en el que perdió su ojo izquierdo, pero que aún no tenía la popularidad que ganaría años después. Después de pasar la noche entera charlando sin prestar atención a lo que sucedía alrededor, Novak recibió una llamada de Davis Jr.: el cantante quería disculparse con ella porque la prensa amarilla había publicado notas sobre su cercanía en la fiesta. Él sabía que, más allá de su éxito, el chisme afectaría la reputación de la actriz. Después de todo, la idea de una pareja interracial era impensable en aquellos tiempos.

A fines de los años 50, ser vista en público con un hombre negro podía significar el fin de su carrera. Pese al riesgo para ambos, el dúo comenzó una relación que intentó mantener en secreto. A la casa que alquilaron en Malibú para pasar tiempo juntos fuera de la vista de los curiosos el cantante solía llegar escondido bajo una manta en el asiento de atrás del auto que conducía su chofer. La pareja sabía que debía despistar no solo a los paparazzi sino también a los detectives que seguían a Novak por orden de Cohn.

Kim Novak y James Stewart en Vértigo

Kim Novak y James Stewart en Vértigo

El secreto en su vida privada se alineó con su profesión cuando la actriz fue contratada para protagonizar Vértigo, de Alfred Hitchcock junto a Jimmy Stewart. A diferencia de otras de las musas rubias del director británico, Novak no sufrió su maltrato, o al menos no le prestó la atención suficiente para que llegaran a molestarle los famosos malos modos del realizador. Ella estaba preocupada por cuestiones más íntimas: apenas terminó el rodaje del film, viajó a Chicago para pasar las fiestas con sus padres y a la espera de Davis, que estaba decidido a visitarla en su ciudad natal para pedirle permiso a su padre para casarse con ella. El problema fue que para hacerlo tuvo que ausentarse de sus presentaciones en Las Vegas, lo que llamó la atención de las revistas chismosas, que enseguida detectaron su presencia en Chicago y descubrieron que estaba allí para encontrarse con Novak. Aunque los responsables del estudio Columbia, encabezados por Cohn, intentaron evitar la publicación de la primicia, no consiguieron detener la revelación.

Novak y William Holden en una escena de Picnic

Novak y William Holden en una escena de Picnic

La mañana en la que el chisme salió en la prensa, Cohn sufrió su primer ataque al corazón. El susto médico, lejos de ablandarlo, lo volvió más inflexible y despiadado. Mientras los diarios del mundo hablaban de “la historia de amor más trágica del siglo”, el jefe del estudio contrató a unos matones relacionados con la mafia para asustar a Davis Jr. y obligarlo a romper su relación con la actriz. El problema para Cohn fue que el cantante tenía sus propios vínculos con la mafia que lo protegían siempre que no se moviera de Las Vegas. De todos modos, el romance estaba condenado. Para evitar perjudicar la carrera de Novak, los matones de uno y otro lado llegaron a un acuerdo: Davis Jr. debía casarse de inmediato con otra mujer para distraer la mala prensa dirigida a la rubia de Hollywood. Y así lo hizo: se casó con Loray White, una corista de Las Vegas con la que había salido un par de veces y quien aceptó el enlace después de firmar un contrato que estipulaba que recibiría 25.000 dólares en su primer aniversario de boda.

Kim Novak en Vértigo

Kim Novak en Vértigo

Para Novak, el fin de esa relación coincidió con el declive de su carrera y su creciente desprecio por la industria del cine y su lugar en ella. Cuando Cohn, su jefe y carcelero, falleció dos meses después del escándalo, la actriz recuperó la libertad de la que no disfrutaba desde que firmó el contrato con el estudio, pero también perdió al astuto productor que la había guiado profesionalmente desde el primer día. En los años siguientes, las decepciones en la taquilla la afectaron más que los éxitos conseguidos con películas como Sortilegio de amor y Bésame, tonto, de Billy Wilder.

Aunque seguía trabajando asiduamente, la actriz ya estaba harta de vivir bajo el escrutinio al que se sometía -y se sigue sometiendo- a las estrellas en Los Ángeles. Cuando en 1966 su casa en las colinas de la ciudad fue dañada por un alud del que logró salir ilesa, pero que la obligó a evacuar el lugar, Novak confirmó sus sospechas: mientras intentaba meter sus cosas en un auto, la entrada de su hogar se llenó de periodistas. En el momento que vio un móvil de TV estacionando decidió que era hora de abandonar Hollywood. Así, la actriz dejó la ciudad que por unos años la obligó a dejar de ser quien era, la chica que nació como Marilyn que por un tiempo fue una estrella llamada Kim.

(Por Natalia Trzenko para La Nación // Imagen principal: Kim Novak, la bella actriz a la que la industria del cine hostigó por su figuraArchive Photos – Archive Photos)

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