Una quincena de diputados de la Hacemos Coalición Federal, la UCR y la Coalición Cívica presentó un pedido de sesión especial para el próximo jueves; el oficialismo había logrado evitar un dictamen de rechazo en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo.
Gracias al apoyo de la UCR, el oficialismo logró esta tarde evitar un dictamen el rechazo al decreto 656/24 que dictó el presidente Javier Milei para aumentar en $100 mil millones de los gastos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). En la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo los libertarios y sus aliados consiguieron postergar el tratamiento del polémico decreto, pero pocas horas después una quincena de diputados de distintas vertientes opositoras presentaron un pedido de sesión especial para rechazarlo directamente en el recinto.
El pedido de sesión especial fue promovido por los diputados de Hacemos Coalición Nicolás Massot, Emilio Monzó, Natalia De la Sota, Margarita Stolbizer, Mónica Fein, Alejandra Torres, Carlos Gutiérrez y lleva las firmas de los radicales más críticos del Gobierno: Facundo Manes, Marcela Coli, Fernando Carbajal, Pablo Juliano, Manuel Aguirre, Jorge Rizzotti y Pedro Galimberti. También suscribió el pedido la Coalición Cívica con la firma de Maximiliano Ferraro. Se descuenta que el bloque de Unión por la Patria, aunque no suscribió el pedido, dará quorum con sus 99 integrantes.
La ofensiva opositora pone en un dilema al bloque de diputados de la UCR, dividido entre dialoguistas y críticos del Gobierno. Este bloque es clave para el quorum. Hace apenas una semana atrás emitió un documento crítico del incremento presupuestario de la SIDE dispuesto por el Poder Ejecutivo –allí expresó estar “preocupado” por el carácter reservado de esos fondos y que el Gobierno “evite rendir cuentas” sobre ellos-, pero esta tarde, en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, sus dos representantes –Francisco Monti y Víctor Zimmermann- se alinearon con el oficialismo para postergar su tratamiento. La moción que prosperó fue empezar a discutirlo recién a fin de mes.
La postura de ambos legisladores desnudó, una vez más, las fuertes divisiones que atraviesan el centenario partido. A diferencia del senador Martín Lousteau, jefe del comité nacional y crítico acérrimo del Gobierno (de hecho, los diputados que le responden firmaron el pedido de sesión especial), su colega Zimmermann se enlista en el sector “dialoguista”. Lo hace por lealtad a su gobernador, el chaqueño Leandro Zdero, quien depende como el agua del auxilio de fondos nacionales para sobrellevar la refinanciación de las deudas que heredó de la gestión peronista. Esto explica por qué Zimmermann firmó ayer el dictamen oficialista sobre actualización de las jubilaciones y apoyó hoy la estrategia de dilatar el debate sobre los fondos reservados de la SIDE.
El diputado Monti, de Catamarca, si bien fue una de las voces más potentes que alentó el cuestionamiento de su bloque al polémico decreto, decidió quitar el pie del acelerador para no desmarcarse de Zimmermann y tras consultar con las autoridades de su bloque sobre el asunto.
El aporte de los dos legisladores radicales fue una bocanada de oxígeno para el oficialismo en su estrategia de ganar tiempo y evitar que el decreto en cuestión sea rechazado allí mismo en la comisión bicameral. Sin embargo, el alivio duraría poco si la oposición, en el recinto de la Cámara de Diputados, logra reunir el quorum para voltear el decreto el jueves próximo. Para entonces ya habrán vencido los plazos que prevé la ley 26.122 -que regula el tratamiento de los decretos presidenciales- para que dicha comisión bicameral emita el respectivo dictamen, por lo que ambas cámaras estarán habilitadas para tratar el DNU de oficio: podrán avalarlo o derogarlo con solo la simple mayoría de los votos.
Reunión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo en el Salón Illia del Senado de la NaciónPrensa Senado.
El debate
Ni bien arrancó la reunión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que preside el libertario Juan Carlos Pagotto, los seis representantes del kirchnerismo reclamaron que incluya en el temario los últimos tres decretos que dictó Milei y que están referidos a la reestructuración del sistema nacional de inteligencia (con la creación de la SIDE) y la asignación de $100 mil millones para gastos reservados. El oficialismo los había omitido deliberadamente y solo incluyó los cinco primeros DNU de la actual gestión, además de una veintena de decretos de las gestiones anteriores de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
“Vamos a rechazar los tres decretos. No estamos en contra de que se avance en una reestructuración del sistema de inteligencia, pero debe hacerse por medio de una ley del Congreso, no por un DNU”, enfatizó la diputada Carolina Gaillard, quien también cuestionó la legalidad del decreto sobre gastos reservados. “No se trata de una reasignación de partidas, que es una facultad del jefe de Gabinete, sino que se crea todo un presupuesto nuevo para inteligencia. Esa es una atribución del Congreso y así lo establece la ley de administración financiera”, agregó.
Desde Hacemos Coalición Federal, el diputado Nicolás Massot apoyó el planteo del kirchnerismo de tratar de inmediato los tres decretos. También anticipó su rechazo. “Esta comisión bicameral tiene como característica única que establece plazos para dictaminar. Acá hay solo dos DNU que podemos dictaminar en tiempo y forma”, insistió.
Sin embargo, la moción fue rechazada por la mayoría que conformaron el oficialismo, Pro y la UCR. El único ausente fue Carlos Camau Espínola (Peronismo Federal).
“Estamos frente a una cuestión extremadamente delicada como son los gastos reservados. Nadie dice que los decretos no se van a tratar, pero lo más conveniente es que el asunto se analice en la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia”, sugirió Pagotto.
Los dichos del senador puntano corroboran, tal como anticipó LA NACION, que la estrategia del oficialismo frente a la ofensiva opositora será derivar el debate de todo el asunto a la Comisión Bicameral de Inteligencia para ganar tiempo. En el ínterin, buscará disuadir a la oposición dialoguista de voltear los decretos (ya lo habría logrado con un sector de la UCR) con el argumento de que el sistema nacional de inteligencia necesita un urgente refuerzo presupuestario frente al contexto mundial de amenazas del terrorismo internacional y del crimen organizado.
El diputado kirchnerista Leopoldo Moreau retrucó los dichos de Pagotto. “La Comisión Bicameral de Inteligencia ejerce un control ex post de los gastos reservados de los organismos de inteligencia, pero estos fondos se asignan por ley de presupuesto, no lo define la comisión. No puede utilizarse esto como pretexto para evitar el tratamiento de los DNU. Los argumentos son inválidos”, enfatizó Moreau, presidente (de oficio) de la estratégica comisión.
El oficialismo no pudo responder. Como tampoco pudo explicar por qué sigue demorada la constitución de la Comisión Bicameral de Inteligencia con sus nuevos miembros. Los presidentes de ambas cámaras, Victoria Villarruel (Senado) y Martín Menem (Diputados), los responsables de realizar la convocatoria, miran para el costado. Las miradas recaen sobre Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei, quien promueve al senador peronista Edgardo Kueider a riesgo de entrar en conflicto con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad y promotora de la candidatura del senador Martín Goerling.
(Por Laura Serra para La Nación // Imagen principal: Reunión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo en el Salón Illia del Senado de la Nación-Prensa Senado)
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