Cada noche, unas diez mil personas se reúnen en el Jardín de las Tullerías para observar un espectáculo original.
PARÍS (Enviado especial).- Si el Jardín de las Tullerías, el bellísimo parque público parisino localizado en el Distrito I, entre el museo del Louvre y la plaza de la Concordia, ya de por sí se trataba de un pulmón mágico de la ciudad, en el que la gente disfruta del ambiente al aire libre, desde el 26 del mes pasado, cuando se inauguraron oficialmente los Juegos Olímpicos de París 2024, pasó a ser un sitio de interés sumamente masivo y obligatorio, que hasta incomoda al servicio policial por su ebullición.
Cada jornada, sobre el final del día, cuando el sol se oculta en el horizonte (en esta época veraniega, cerca de las 22), miles y miles de personas brotan por las bocas del metro, llegan caminando o en bicicleta hasta los jardines. ¿Impulsados por qué motivo? Por el gigantesco globo aerostático que actúa de pebetero olímpico y que, en un momento, se eleva a aproximadamente 60 metros, ilustrando una artística postal.
Todas la noches el Jardín de las Tullerías se llena de gente que disfruta del creativo pebetero olímpico que se eleva en un globo aerostáticoSantiago Filipuzzi/
Durante la apertura oficial de París 2024, siete atletas trasladaron la antorcha hasta el pebetero (el globo), una creativa variante que salió de lo convencional y que fue un homenaje francés el primer vuelo tripulado de la historia en un globo dirigible, en 1783. Aquel viernes que terminó con lluvia, el pico máximo de emoción llegó cuando el globo levantó vuelo con el fuego encendido por la ex atleta francesa Marie-José Perec, especialista en 200 y 400 metros y ganadora de tres medallas de oro olímpicas, y el judoca Teddy Riner, un coloso sobre el tatami. Gracias a ese ritual, el espíritu de los Juegos Olímpicos quedó flotando en el aire, frente a la fascinación del público y de millones de televidentes.
El globo aerostático a la vista de todos, en el Jardín de las TulleríasSantiago Filipuzzi.
Dejando el globo aerostático a la vista de todos, los organizadores de los Juegos Olímpicos tuvieron una iniciativa superadora. Acercarse a observar, filmar y fotografiar el innovador pebetero se convirtió en la mayor atracción de los Juegos Olímpicos parisinos fuera de los estadios y de las distintas sedes. Muchos –adultos, chicos– se acomodan sobre el césped de las Tullerías, con una manta y llevan alimentos y bebidas para esperar el momento en el que el globo empieza a elevarse, acción que de inmediato genera un colectivo “¡Woooo!”. Algunas parejas se besan. Los niños saltan de la emoción. Casi todos compiten por tomarse la foto más original. Entre el público “normal”, también, se filtran atletas, con el uniforme de sus países, que evidentemente se escaparon por un momento de la Villa Olímpica para no perderse el show. También se ven camisetas de selecciones de fútbol; no falta la de Lionel Messi, claro.
París, en cualquier época del año, ofrece lugares que son de clásico encuentro en los atardeceres o cerca de la medianoche. Es común encontrar, en las escalinatas que se ubican en Montmartre, delante de la basílica de Sacre Coeur, a gente disfrutando de la caída del sol, compartiendo esos momentos con charlas, una bebida o bien escuchando música instrumental o canciones de artistas ocasionales. Del mismo modo que, a partir de las 21, suele llegar público a Champs de Mars, del lado opuesto al Trocadero, para hacer sus picnics, sentados o tirados sobre lonas en el césped, esperando el show de luces de la Torre Eiffel de la medianoche. Los Juegos Olímpicos le sumaron esta idea del pebetero en Tullerías, que ha tenido una gran recepción.
La gente se acerca masivamente al Jardín de las Tullerías para esperar el espectáculoSantiago Filipuzzi/
Los organizadores calculan que se acercan 10.000 visitantes al día para disfrutar de un espectáculo que, encima, se potencia porque en la línea visual del globo, bastante más allá, cruzando el río Sena, aparece, radiante, la Torre Eiffel, también iluminada. Si bien los alrededores del Jardín de las Tullerías son una fiesta cada día (los restaurantes completan la capacidad), el evento también representa una gran responsabilidad para las autoridades de la ciudad. Cientos de policías, portando armas largas, custodian las calles e intentan controlar que el caos que ya de por sí se genera en el tránsito –y también en las veredas– no pase a mayores; pero no siempre dan indicaciones con buenos modos.
Uno de los grandes espectáculos de París 2024
El famoso globo aerostático tiene una parte de engaño visual. Lo que en la base (formada por un anillo de siete metros de diámetro) parece fuego y humo, en realidad se trata una combinación de luz y agua para crear un efecto que imite a la llama en una manera similar pero más ecológica. El pebetero es una gran innovación tecnológica que rinde homenaje a la cultura y la historia de Francia, señaló Mathieu Lehanneur, su creador. “Este pebetero único representa todo el espíritu que quería darle a los objetos olímpicos y paralímpicos. Ligera, mágica y unificadora, será un faro en la noche y un sol al alcance durante el día”, expresó el artista.
Electricidad y agua: con 40 luces LED que iluminan una nube de vapor y otros dispositivos de alta presión que producen el efecto de humo, la llama representa un avance significativo hacia la sostenibilidad. Sorprendida gratamente y orgullosa por el éxito que tiene el globo como atracción turística, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, insinuó que el pebetero olímpico podría, incluso, conservarse después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Postales de París 2024
Todas la noches el pebetero olímpico se eleva en un globo en el jardín de las Tulerías en Paris. Miles de personas presencian ese eventoSantiago Filipuzzi
Cualquier rincón es bueno para seguir el espectáculoSantiago Filipuzzi.
La postal que todos se llevan de París 2024Santiago Filipuzzi.
Un momento único para disfrutar en las TulleríasSantiago Filipuzzi.
(Por Sebastián Torok para La Nación // Imagen principal: El pebetero olímpico en el cielo, todo un espectáculo de París 2024Santiago Filipuzzi/)
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