Las autoridades creen que Apollo Quiboloy (74) está escondido en un búnker secreto debajo de la superficie del complejo conocido como Reino de Jesucristo.
Miles de policías filipinos están buscando detener al líder evangelista Apollo Quiboloy, autoproclamado «dueño del universo», por delitos de abusos sexuales a menores de edad y tráfico de seres humanos. Si bien los agentes no tuvieron éxito en sus operaciones, se cree que el hombre está escondido en un búnker subterráneo debajo de su complejo en la ciudad de Davao, donde sus seguidores lo estarían protegiendo de las autoridades.
El último operativo tuvo lugar la semana pasada y contó con la participación de unos 2.000 oficiales. Fue el tercer intento en los últimos tres meses para arrestar a Quiboloy, conocido principalmente como telepredicador. En esta ocasión, los policías asaltaron el complejo conocido como Reino de Jesucristo ubicado en el distrito de Buhangin de Davao, según recogió el periódico filipino Manila Bulletin.
Un tribunal emitió este sábado una nueva orden de detención contra el líder evangelista y otros cuatro miembros de su organización religiosa que desencadenó la operación policial, en la que murieron dos seguidores del grupo debido a ataques al corazón, según denunció un abogado de la organización religiosa, Israelito Torreon. Otros ocho tuvieron que ser hospitalizados tras sufrir desmayos. Al menos 18 miembros fueron detenidos por resistirse a la dispersión policial y algunos resultaron heridos.
La operación policial estuvo dirigida por el general Nicolas Torre III y contó con efectivos de refuerzo de regiones cercanas. Sobre las 5 de la madrugada del sábado pasado, cientos de agentes equipados con trajes de combate entraron en el complejo del grupo, de unas 30 hectáreas. En torno a las 13:30 no había sido hallado ninguno de los sospechosos y se estima que se registró solo una cuarta parte de la finca.
El líder religioso Apollo Quiboloy (74).
En paralelo, la televisión Sonshine Media Network International (SMNI), que posee el propio Quiboloy, retransmitía en directo la operación policial, incluidos los momentos de tensión en los que cientos de seguidores del grupo se enfrentaban a los agentes para intentar impedir que avanzaran.
Al respecto, los seguidores de Quiboloy, muchos de los cuales grabaron la operación policial con sus celulares, gritaron a los agentes, pusieron en duda la legalidad del cateo y declararon la inocencia del predicador, que era firme partidario y asesor espiritual del expresidente Rodrigo Duterte.
Apollo Quiboloy, autoproclamado «dueño del universo» e «hijo designado de Dios», desapareció después de reafirmar su inocencia, dejando a algunos de sus seis millones de supuestos partidarios enfrentándose con la policía en los márgenes de su complejo en la ciudad de Davao.
Sin embargo, gracias a la tecnología de radar, los investigadores creen haber encontrado señales de vida en las profundidades de la superficie, siendo que habrían rescatado a dos mujeres que creen que son víctimas de una operación coordinada de tráfico sexual.
En ese sentido, las autoridades descubrieron un laberinto de habitaciones dentro de la guarida del Reino de Jesucristo. Según se ve en los videos que quedaron registrados, algunos de los cuartos parecen recientemente abandonados, mientras que otros se muestran ordenados. Según recogió el Daily Mail, la red subterránea abarca tres niveles: dos reservados para las mujeres «más atractivas», que serían «ofrendas» para el predicador», y el tercero para confinar a otras mujeres.
La policía también allanó una habitación aparentemente vinculada a «Amanda», una denunciante clave que ayudó a exponer supuestos abusos dentro de la iglesia. La mujer declaró que había sido obligada a tener relaciones sexuales con Quiboloy «a una edad temprana», presentada como un «privilegio especial» reservado para unas pocas elegidas, según el Daily Tribune.
Según las autoridades, Quiboloy amenazó a las mujeres con la «condenación eterna» si se negaban a tener relaciones sexuales con él.
«Teniendo en cuenta que se trata de un complejo de 30 hectáreas, realmente se necesita mucha gente, no sólo una docena de policías», indicó el martes a la prensa el presidente de Filipinas Ferdinand Marcos Jr, mientras los oficiales seguían intentando asegurar el sitio.
Asimismo, en la redada utilizaron un equipo que podía detectar a personas detrás de paredes de cemento, el cual habría confirmado la presencia de unas 20 a 30 personas a unos 30 metros bajo tierra. Sin embargo, los investigadores aún no encontraron pistas sobre el paradero del predicador.
«Estamos teniendo algunas dificultades porque la señal que estamos monitoreando usando el radar de penetración terrestre se está moviendo», afirmó el coronel de policía Jean Fajardo. «No nos iremos de aquí hasta que lo atrapemos», añadió Torre III, quien dirigió el operativo.
El complejo religioso linda con el aeropuerto internacional de Davao y una cúpula «catedral» con capacidad para 75 mil personas para albergar eventos. Al cubrir un área tan grande, la policía todavía cree que Quiboloy podría estar escondido con algunos de sus partidarios leales en un búnker dentro del complejo propiedad de su iglesia.
Las acusaciones contra Apollo Quiboloy
El pastor de 74 años está entre los más buscados por el FBI por conspiración para participar en tráfico sexual de niños, tráfico sexual por la fuerza, fraude y coerción, tráfico sexual de niños, contrabando de dinero en efectivo y varios otros presuntos delitos. En ese sentido, los fiscales alegan que el líder religioso amenazó a mujeres y niñas menores de edad con «la condenación eterna» si se negaban a tener relaciones sexuales con él.
Al respecto, los fiscales federales de Estados Unidos anunciaron en 2021 la acusación formal de Quiboloy. En ese entonces, el grupo del predicador afirmó estar listo para enfrentar los cargos en la corte, pero se escondió después de que un tribunal filipino ordenara su arresto y el de otras personas por abuso sexual de menores.
La red subterránea del complejo religioso abarcaría tres niveles donde las mujeres serían distribuidas acorde a su belleza, según indicaron algunos medios.
Por su parte, Quiboloy negó todas las imputaciones, alegando que las acusaciones y el testimonio en su contra fueron inventados por exmiembros de su grupo y críticos. «No me estoy escondiendo de los cargos porque soy culpable. Eso no es cierto. Solo me estoy protegiendo», aseguró el pasado abril. En esa línea, su sitio web fue actualizado, afirmando que está siendo perseguido por «gente malvada» porque «el Diablo… intentará eliminar a un buen hombre… que da su vida por sus semejantes, que están oprimidos por el mal, a toda costa».
El pastor saltó a la fama en Filipinas cuando comenzó a trabajar para el expresidente Rodrigo Duterte como su asesor espiritual. Después de que el exmandatario dimitiera en 2022, Quiboloy siguió ganando seguidores para su culto cristiano. Al respecto, ahora afirma predicar a más de seis millones de personas.
En el pasado, el líder evangelista aseguró que es el «hijo de Dios». En esa línea, consiguió convencer a sus seguidores de que en 1973 Dios se acercó a él y le susurró: «Te usaré». Incluso declaró en 2019 que sus poderes ayudaron a evitar que un gran terremoto azotara el sur de Filipinas.
(Imagen: Apollo Quiboloy líder de una secta en Filipinas. | X @Pastor_ACQ)
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